Jueves, 02 Mayo 2024 13:32

"El anarco-Congreso y el mapa del poder que se juega con la ley Bases en el Senado"

Volvé a escuchar el comentario editorial de Cristina Pérez en Cristina Sin Vueltas.

Puede perfectamente ocurrir que el 14 de Mayo el gobierno festeje haber bajado a un dígito la inflación y que con esa buena noticia metiendo presión, el Senado se apreste al día siguiente a tratar la Ley Bases.

La Cámara Alta viene de la infame sesión del dietazo en la que se aumentaron el sueldo con increíble unanimidad, cosa que no se espera en el caso de esta ley. Los senadores que ya marcaron el record de rechazar por primera vez en la historia un DNU pueden meter doblete y dejar por primera vez sin su primera ley a un gobierno desde el regreso de la democracia. Pero nada es tan lineal. La previsibilidad también se terminó en la Cámara de Senadores.

Luego de la media sanción en Diputados, si algo quedó claro es que las mayorías transmutan caso por caso y que nadie tiene a la tropa disciplinada. Eso es cosa del pasado. En el anarco congreso los juegos de truco están a la orden del día. Basta mirar lo que pasó con la ley de impuestos al tabaco para la que el Sr Tabaco Pablo Otero creía tener la vaca atada y la vaca terminó diciendo “no fumo”. A ver. Estamos ante el inicio de dos semanas de intrigas y mucha rosca porque está en juego mucho más que la ley, un mapa del poder.

Antes de la largada, ya hubo dos jugadores que mostraron sus cartas. El gobernador peronista de Catamarca Raúl Jalil, pidió colaborar con Milei y electrizó al bloque peronista que es el más fuerte de la Cámara Alta. ¿Puede haber otros gobernadores justicialistas que se desmarquen? El tucumano Osvaldo Jaldo ya lo hizo. Ahora falta saber cómo jugarán los jefes provinciales en sus senadores. El dilema que tendrán será atender a la necesidad de sus provincias por falta de fondos nacionales o a la estrategia de Cristina para bloquear a Milei. Lo que une a los gobernadores y a Milei es que ambos deben administrar. El comportamiento del peronismo en el Senado dejará en claro si sigue siendo férreo el liderazgo de Cristina Kirchner o si cruje en el altar de la necesidad.

En esta, la CGT juega con la señora. Pablo Moyano metió presión en la movilización del día del trabajador para que los senadores peronistas no apoyen al gobierno. Los mineros, como le dicen al bloque peronista por ser 33 como los operarios atrapados en Chile, están bajo una crisis de lealtades. A los sindicalistas, acostumbrados a meter presión, sólo les queda esa muralla contra la reforma laboral con la que buscan mantener el status quo y que nada pero nada cambie.

Como demostró el dietazo, nada conmueve más a los hombres del Senado que lo que pueden ganar, o dicho de otra manera, si tienen algo para perder. Las cajas provinciales están ávidas de fondos con el fin de las transferencias extraordinarias que el gobierno decidió directamente discontinuar y la Ley Bases aportaría recursos mediante el pacto fiscal que incluye el regreso del impuesto a las Ganancias. Las provincias del Norte que suelen tener la mayor dependencia de los recursos nacionales también tienen interés en el llamado RIGI o Régimen de Incentivos para la Inversión que permitiría el ingreso de importantes jugadores en los negocios del litio o la minería.

El hecho de que hoy resulte imposible anticipar qué harán los senadores, muestra la crisis de liderazgo en que han quedado las fuerzas políticas desde el triunfo de Milei. El radicalismo está dividido, el peronismo tiene una unidad frágil y los independientes no tienen una posición fija. El poder de lobby de la CGT y la necesidad de Cristina de revalidar su jefatura en el peronismo los convertirán en los verdaderos opositores al gobierno, jugando en bambalinas. Los gobernadores a su vez, tendrán la opción de erigirse en el nuevo contrapoder de Javier Milei con una posición pragmática, y el presidente, volverá a jugar a su principio de revelación. Esto es, en caso de perder, ganar perdiendo, señalando a la casta, que no lo deja gobernar. Y en caso de ganar, obtener un triunfo político clave en términos de gobernabilidad.

Es muy importante recordar lo que pasó en la Cámara de Diputados cuando en febrero se cayó la Ley Bases. Entonces, más de los que se animan a confesarlo, apostaban a que Javier Milei no pasara de Marzo. Pero ya estamos en Mayo, y a algunas conspiraciones se les acabó el tiempo. No es casual que Axel Kicillof haya salido a poner en duda el Pacto de Mayo. El kirchnerismo duro sabe que si hay Mayo, habrán quedado totalmente aislados y en minoría. Pero, además, y sobre todo, que pueden asomar otros líderes en el peronismo como el propio gobernador de Córdoba, Martin Llaryora. No sólo se juega el fortalecimiento de la gobernabilidad de Milei, con la Ley Bases y el Pacto de Mayo. También se juega otro partido muy conocido en la política argentina y que siempre es a cara de perro: el de la sucesión en el peronismo que Cristina, busca evitar como sea. En la peor de sus pesadillas, una parte del PJ se va con Milei. Jalil y Jaldo, ya dieron el primer paso.