El discurso de Javier Milei en el Foro Económico de las Americas había sido reconfirmado ese mismo día por la mañana. Se esperaba que se extendiera por veinticinco minutos pero duró 54, casi una hora. Ante un público con al menos la mitad de visitantes extranjeros de poderosos sectores de la economía que lo esperaban ávidos por conocer de primera mano a un personaje del que se habla en el mundo, el presidente terminó dando detalles de un plan que excede lo económico y cuya traza ya alcanza a las elecciones de medio término y empieza por hacer inventario de lo que llamó una herencia populista salvaje.
Para Milei la herencia dejó lo peor de las tres peores crisis argentinas:
Pasa algo muy particular en la política argentina. Si con el kirchnerismo la política buscó controlar la economía, con Milei la economía busca controlar a la política. Porque es en los resultados económicos donde Milei espera obtener la llave de una gobernabilidad que le ha sido esquiva en el Congreso.
La recuperación en V según el presidente, está cerca de comenzar.
Según el presidente, la inflación llega a un dígito antes de lo esperado, el riesgo país en 1400 bajará a mil y su decisión de no devaluar es firme
Todo esto contra los pronósticos de lo que llamó el circulo rojo analógico y el club del helicoptero.
Como el propio Fondo Monetario, Javier Milei no esconde los sacrificios que implica el ajuste. Pero en el mismo escenario donde el Director del Hemisferio Occidental le pidió revisar la calidad del ajuste para que no caiga en los sectores trabajadores, Milei respondió con la suba en las ayudas para asistencia de embarazadas y AUH recordando además que ya habían sido duplicadas.
¿Qué hay detrás del reclamo del Fondo? Es la condición del gobierno demócrata de Joe Biden que hace un sutil equilibrio con el libertario. Sienten como una piedra en el zapato su amistosa relación con Donald Trump pero aun así ven como estratégica la alianza con Argentina y ponen como condicionante la cuestión social.
Ayer en el Foro alguien se sorprendía de que, por primera vez, Argentina ofrece más ajuste del que le pide el organismo. Hoy las negociaciones están avanzadas: “la voluntad es total en ambas partes, falta afinar el cómo”, explicaba una alta fuente. Detalles técnicos y no descuidar la ayuda social, aparecen en la antesala del entendimiento que algunos arriesgan podría incluir dinero fresco. Ahí viene la otra pregunta: ¿Si Argentina recibe dinero del Fondo puede dolarizar? Ayer Milei no mencionó la dolarización, pero sí se detuvo en explicar el sistema de competencia de monedas al que pretende llegar cuando se logre terminar con la emisión y reforma financiera mediante
En lo político, ocurre algo muy curioso. La oposición más dura contra Milei todavía no encuentra la manera de generar un liderazgo alternativo con el cual hacerle frente. Milei, apoyado en las encuestas, espera que la mejora en la economía termine de desactivar a quienes le ponen obstáculos y advierte sobre las elecciones de 2025.
A esta altura del discurso el presidente ya duplicaba el tiempo previsto para su mensaje y los presentes se daban cuenta de que estaba abriendo la hoja de ruta con sinceridad por momentos brutal.
Un agudo analista que miraba en la sala creyó entender un método: “este presidente anticipa lo que quiere que pase mostrándose empecinado para que el mercado de por hecho que no cambiará de idea”. Eso pasó con el ajuste, con la baja de la inflación, y Milei espera que pase con la certeza de que no devaluará. Como el que desarma una bomba, actúa rápido. La llave está en el tiempo que resta para el Pacto de Mayo. Si sigue bajando la inflación Milei espera que dirigentes de todos los sectores, incluido el peronismo se acerquen a su fogón.
Tiene un solo plan. Si no sale, sólo le quedará culpar a la casta. Sobre la opinión pública no debe olvidar que es tan bilardista como él.
