Lo primero que me gustaría decir es que el 24 de Marzo no debería ser feriado, porque no hay nada que festejar en esa fecha en particular. En todo caso la fecha para celebrar la democracia debería ser el día en que regresó la democracia.
Lo segundo es que el daño que hicieron los indultos de Menem primero, y el uso de los derechos humanos por parte del kirchnerismo después, es enorme. El presidente Raúl Alfonsín con muchísima valentía, y no exento de riesgos, encaró la búsqueda de verdad y justicia para condenar tanto a los militares como a los líderes guerrilleros.
Lo hizo sin dejar de remarcar la gravedad superior que implica el terrorismo de estado, cuando el estado, que guarda el monopolio de la fuerza, deja de cumplir con la ley. El problema de la dictadura no fue que combatieran la violencia guerrillera, sino que lo hicieran desapareciendo gente, secuestrando bebes o arrojando detenidos en los vuelos de la muerte.
Dicho esto, ningún país puede tener paz para mirar al futuro si no hay justicia. Pero el kirchnerismo, lejos de propiciar justicia para todas las víctimas, se abocó a reabrir solamente los juicios contra los militares. La utilización de los derechos humanos y la cooptación de los organismos de derechos humanos, suplantar la justicia por la venganza denostando a las Fuerzas Armadas que ya eran fuerzas de la democracia, y la reivindicación de la violencia guerrillera de los 70, hicieron el resto. En vez de condenar la violencia como forma de hacer política, la romantizaron y la justificaron. Sus víctimas no sólo no tuvieron reparación, sino que fueron despojadas de su derecho de justicia.
Ese sentido del video del gobierno que reclamó una “memoria completa” me pareció acertado. No me pareció acertado, en cambio, que no condenara en forma contundente el terrorismo de estado, y dejara simplemente, el concepto vertido por el ex guerrillero Luis Labraña, de que hubo una guerra.
Es cierto también que el video trae al debate la violencia armada durante el gobierno peronista que precedió a la dictadura y que el kirchnerismo y parte del peronismo omiten para no hacerse cargo de la parte que les corresponde de la historia. Y en este sentido, vuelve a aparecer el criterio selectivo para determinar quiénes merecen justicia, quienes merecen ser víctimas, y si hay terrorismos malos y terrorismos buenos. Ayer en la marcha se llegó a ver manifestantes levantando banderas de Palestina que es un estado gobernado por un grupo terrorista que acaba de cometer una masacre terrorista. A ese terrorismo no lo condenan.
Y eso también es parte del mismo problema. Condenan la dictadura, pero defienden a los Castro, a Chavez, a Maduro y a Hamas. Aseguran defender la democracia, pero ayer escuchamos decir a Estela de Carlotto, “hagamos algo para que Milei se vaya rápido”.
A 48 años del golpe del 76, podemos afirmar que, a pesar de las heridas abiertas y un debate no saldado sobre la violencia, los argentinos sostuvimos 41 años de democracia. No debería ser motivo de discusión que todas las víctimas merecen justicia y que el terrorismo está mal siempre y en todas sus formas.
