Patricia Palmer: "Adoptar o ayudar a infancias destruidas, es salvar vidas"
Viernes, 19 Enero 2024 21:56

Patricia Palmer: "Adoptar o ayudar a infancias destruidas, es salvar vidas"

La reconocida actriz, directora, dramaturga, autora, guionista, maestra de actores, psicóloga social y profesora de yoga… realizó un profundo recorrido por su vida en íntimamente con Alejandra Rubio. Habló de su carrera artística, su historia de resiliencia, su actual participación en "Radojka" junto con Marcela Klosterboer en el teatro Metropolitan de la Av. Corrientes y, como pocas veces, de su fuerte trabajo social, dedicado a la infancia y el porqué de su elección: “Con los niños siento que todavía se puede reparar todo, tengo esa sensación y por eso me involucro con ellos hace más de 40 años. El adulto vulnerable es muy difícil de reparar porque el sistema ya lo aniquiló y eso me mata, me frustra. No poder salvarlos me duele muchísimo. Con los niños siento lo contrario, que es algo “fácilmente” reparable. Me causan la sensación que todavía se puede reparar todo. Y muchas adopciones que hemos llevado a cabo, y hoy son niños felices, me dan esas esperanzas. Si bien son daños muy profundos los que han sufrido (el abandono, el abuso, la violencia…) tienen mucha fuerza, resiliencia, ganas de vivir y salir adelante. Un niño adoptado, es un niño que se repara, que lo salvas. Ellos se encargan, si vos les das las herramientas necesarias, de rearmarse nuevamente. Son grandes maestros.” 

La actriz que trabajó con exitosos productores y actores a lo largo de su exitosa carrera, aseguró: “Hace más de 40 años que trato de ayudar a los niños vulnerables desde todos los lugares que puedo. En realidad, siempre lo hice, pero desde otro lugar. A los 13 años fui voluntaria en un hospital de Mendoza y eso me cambio la forma de ver la vida. Ver morir a un bebé y deteriorarse y morir a una chica de 15 años, fue durísimo. Mi profesión de psicóloga social también me dio herramientas para poder involucrarme y poder ayudar. Hoy tengo la alegría de ver varias familias formadas con niños grandes, que no tenían casi ilusiones de lograrlo. Las convocatorias públicas son maravillosas y hay que estar atentos. Casi todos los días salen nuevas convocatorias y nuevos chicos para ser adoptados. José María Muscari mostró, adoptando un niño adolescente, que se puede y que hoy son muchos los que lo hacen. Las posibilidades son muchos mayores para el adoptante. Eso sí, se debe pasar por diferentes estudios sicológicos para ver si son aptos, una buena forma de cuidar al menor que ya viene muy dañado y necesita una familia y contención. Antes las familias mono parentales eran casi imposibles para adoptar, ahora por suerte todo cambió. No todo tiempo pasado fue mejor.” 

“Yo empecé ayudando hogares con mi profesión de psicóloga social, trabajando en algunos hogares y después me inscribí en un programa que se llama ABRAZAR, un programa del Gobierno de la Ciudad, que es muy necesario. El programa es para convertirte en Referente Afectivo de un niño que este institucionalizado, que este judicializado en algún hogar. Desde mi Instagram @palmerpatriciaactrizan trato de explicar y dar información, teléfonos y direcciones para quienes están interesados, pero también intento que entiendan que es una responsabilidad muy grande la que toman, una responsabilidad de por vida con ese niño o niña. No es necesario tener mucho tiempo, sino un gran compromiso. Comprometerse a apadrinar a esa criatura por siempre. También informo en mis redes, para quienes quieren adoptar, donde tienen que hacerlo y como. La inscripción en RUAGA o en Convocatorias Públicas…” Continuó la actriz.

Patricia Palmer fue una de las actrices más relevantes de la televisión de la década del 90, protagonizó muchísimas novelas y se convirtió en una de las caras más populares de nuestras actrices. En su Mendoza natal, vivió un verdadero calvario por violencia de género. Llegó a Buenos Aires y no fue tocada por la varita mágica, todo lo que fue logrando lo realizó con mucho esfuerzo, ya que, Pese a los momentos difíciles, pudo salir adelante y hoy sigue más vigente que nunca haciendo teatro, dirigiendo, escribiendo nuevas obras y preparando nuevos proyectos.

Patricia Alejandra Palmada, tal es su verdadero nombre, nació el 24 de julio de 1955 en la capital de la provincia de Mendoza. Su familia tenía orígenes de inmigrantes catalanes anarquistas y era clase media. Su papá fue Dr. en Ciencias Económicas y enseñaba Filosofía, su mamá pianista y estudiaba medicina. Dos padres muy adelantados a su época en la educación y la enseñanza del amor a la libertad y el respeto al otro: “En mi casa Había mucho interés por el estudio y el crecimiento, y tanto mis hermanos como yo somos estudiantes crónicos. Yo estudié Teatro en Mendoza, el título era Pedagogía Teatral, pero además tenías que estudiar una carrera paralela, que en mi caso fue Psicología. Si bien no era una obligación, era lo que había que hacer. En mi familia todos estudiamos y es algo que siempre les inculqué a mis hijos.” Contó la actriz.

Palmer siempre mantuvo un perfil muy bajo en cuanto a su vida personal, Se casó cuando aún era muy jovencita y tenía el sueño de formar una familia a futuro, pero la convivencia con su marido no fue para nada buena y fue víctima de violencia de género siendo madre de una Niña aún muy chiquita. La actriz por miedo no pudo contarle a nadie, ni a su familia. Se pudo librar de su calvario gracias a la ayuda de su papá, quien detecto que su hija estaba sufriendo y las cosas dentro del matrimonio no estaban bien. “Era un hombre muy libre, muy feminista y muy inteligente y sospechó algo”, sostuvo la mujer acerca de su progenitor. Más allá que pudo salir del círculo de violencia, es un tema que la marcó para siempre y que le caló un miedo que oculto durante más de 30 años.

Luego de vivir momentos muy complejos en su vida, a los 24 años decidió abandonar todo en Mendoza y se mudó a Buenos Aires con su pequeña hija en busca de un mejor futuro como intérprete. El primer tiempo en la gran ciudad no fue fácil, ya que era un mundo completamente nuevo. Si bien en su provincia natal había comenzado sus estudios en teatro, siguió profesionalizándose en el conservatorio y tuvo grandes maestros Aleso, Gandolfo, Fernández y Eric Morris.

Al tiempo de su arribo, Palmer se presentó en el casting de "Chantecler" y consiguió un papel que tenía una participación mínima, sin embargo, esto le dio un gran impulso para seguir buscando nuevas oportunidades. Muchas noches se las pasaba esperando en la salida de Canal 13 y Canal 9 para poder darles a los autores y productores su CV, pero pocas veces tenía suerte. Sin embargo, un día logró detener el auto de Migré y unos meses después el teléfono de la casa de la vecina sonó y llegó su oportunidad. Luego su primer protagónico, con los años, lo realizó de la mano de Alberto Migre.

Los especiales de ATC, con Alejandro Doria, fueron su puerta de entrada a la TV y el primer contrato lo consiguió con la telenovela Un latido distinto, en 1981 y el propio Doria fue quien le sugirió elegir “Palmer” como su apellido artístico.                                                                                                                                   

El gran éxito de Palmer llegó en 1995 cuando protagonizó “Dulce Ana", que fue extremadamente popular y muchos sostienen que es un clásico de la pantalla chica nacional. Un año después, llegó la gran oportunidad de ser la autora, productora y actriz principal de la ficción "Los ángeles no lloran", un gran éxito que aun hoy le da grandes satisfacciones.

La actriz pudo demostrar en poco tiempo que tenía mucho talento y que podía ser una mujer multifacética, por eso en 1997, asumió la dirección artística de Canal 9 de la mano de Alejandro Romay, quien estaba al frente de la empresa televisiva. Si bien su paso por este puesto fue corto, su objetivo principal fue recuperar las novelas que escaseaban en la programación para fines de la década del 90, ya que comenzaron a aparecer otros formatos que acapararon los horarios centrales.

 Patricia, como todo actor, tenía el sueño del teatro propio y la actriz cumplió su sueño transformando un taller mecánico en un teatro. Era 1997 cuando compró un inmueble engrasado en Mario Bravo 1200. Lo llamó El taller del ángel, inspirada en Eduardo Bergara Leumann y La botica del ángel. Un acto de fe. Uno más: toda su vida lo fue. Desde que dejó Mendoza soñaba con un teatro propio. Una bomba en la Dictadura había volado el teatro TNT en el que ella actuaba. La bomba mató a un compañero.

El refugio previo al taller mecánico reciclado fue una casa chorizo en Chile y Pichincha. Patricia alquiló unos años, hasta que la televisión multiplicó sus ingresos y le permitió ser propietaria de una sala: “Lo mío fue a pulmón. Yo venía del TNT, entré a ese teatro a los 15, hice de todo, barrí, actué. Siempre soñé con mi salita para poder exhibir los materiales que quería, míos o ajenos. Ya en Buenos Aires, al principio alquilaba. Hasta que nos mudamos. Las paredes estaban muy sucias y fuimos en grupo a quitar esa grasa. Yo misma rasqueteaba. Lo nombré "taller" porque considero que allí se van a buscar herramientas. Todo lo que ganaba lo ponía en el teatro. Algunos aman las joyas, otros los barcos. Mi lujo es el teatro. El gran objetivo era no depender de un productor, de un canal. " Aseguró feliz.

Mi padre, que vino de la guerra, nos enseñó las herramientas para sobrevivir. Yo siempre supe que no me iba a morir de hambre. Nunca tuve miedo de pasar hambre. Cuando llegué a Buenos Aires, sola y con mi hija chiquita, cuidé chicos y después me contrató Agustín Aleso para dar clases de teatro y jamás dejé. Aprendí a invertir en mi teatro y en mi familia, lo poco o mucho que ganaba. Hoy Vivo cerca de mi teatro, cuando cobré muy bien un trabajo que hice para México logré comprar tres departamentos en pozo en un mismo edificio y hoy en uno vive mi hija con su marido y mis nietos, en otro piso, mi hijo Joaquín y en el otro, yo. Cumplí el sueño que tenía mi madre, que toda la familia viviera unida. Cada uno vive en su casa, pero sabemos que nos tenemos cerquita.” Confesó la actriz en como forjó su presente.

En las redes sociales se presenta como "Mujer, Madre, Actriz, Autora, directora, Docente, Psicóloga Social, Profesora de Yoga y viajera de la existencia… Aprovecha el espacio no solo para tener contacto con sus fans “su tribu”, sino que también para dar consejos de yoga, meditación y sobre todo difundir las causas sociales que día a día llenan su alma.

Sin perder nunca sus ganas de enamorarse, su presente la encuentra realizando la obra teatral "Radojka" junto con Marcela Klosterboer en el teatro Metropolitan de la Av. Corrientes, todos los jueves a las 22hs.