Arnaldo André: "A los 11 años fui el "padre" de toda mi familia. Dios me dio la fuerza para salir adelante"
Viernes, 05 Abril 2024 18:32

Arnaldo André: "A los 11 años fui el "padre" de toda mi familia. Dios me dio la fuerza para salir adelante"

El reconocido actor, escritor y director, que está a punto de recorrer el país en gira teatral con “Amor en las Redes” junto a Luisa Albinoni, tiene un proyecto para plataformas con Miriam Lanzoni y está preparándose para dirigir su segunda película “Los Deudos”… habló en profundidad en Íntimamente con Alejandra Rubio sobre su carrera artística, su infancia, su familia, sus comienzos y como a los 11 años, tras la muerte de su padre, tuvo que convertirse en “el hombre” de la casa y ponerse su familia al hombro: “Fue duro, pero Dios siempre nos dio la fuerza para salir adelante. La infancia se me cortó cuando mi padre murió.  Yo era el único hermano varón y, apenas murió mi papá, mi mamá me dijo: ‘Ahora, vos sos el jefe de la casa, el que nos va a cuidar’. Era lo normal en esa época. A partir de ahí salí a trabajar. A la mañana iba a la escuela, por la tarde era el cartero del pueblo y nunca dejé de hacerme cargo de mí familia”

Arnaldo Andrés Pacuá Zaracho -su nombre real- recuerda que pisó por primera vez Buenos Aires a los 5 años, pero que volvió para asentarse definitivamente a los 17 a estudiar teatro y trabajar para sostener a su familia. Su papá Justino murió a sus 11 años y él ocupó su lugar, poniéndose al hombro la ausencia. Su vida no fue fácil y así lo relata: “Nací en San Bernardino, Paraguay, una ciudad chica. A mis cinco años, vinimos con mi familia a Buenos Aires, era un niño, pero quede enamorado de la ciudad. A mis nueve años, mi mamá extrañaba a su madre y nos volvimos. Dos años después perdí a mi papá y me convertí en el padre de mis hermanas mayores.” 

Siguiendo con el relató, Arnaldo recordó: “De golpe, cuando vi que mi papá se fue, pensé: “¿Cómo sigue esto? Alguien tiene que trabajar”. En una sociedad totalmente machista, en esa época, el hombre tenía que tomar las riendas y, a mi manera, así fue. Un amigo de mi papá, jefe de correos, me ofreció trabajo y yo lo tomé con total responsabilidad. El puesto no existía, pero para ayudarnos lo inventaron. Clasificaba cartas y las entregaba. Iba al colegio temprano y luego a trabajar. Me convertí en el hombre de la casa."

”Los años pasaron y trabaje de todo, hasta ayudante de mecánico. Más adelante, en Asunción, tomé un curso de radiofonía y locución. A los 16 años ya trabajaba en tres radios como locutor, pero quería ser actor y venir a la Argentina a estudiar. Se lo propuse a mi madre y no lo entendía. Nadie entendía cómo un chico de 16, tan exitoso, que ganaba bien, quisiera largarse a la aventura de ir a Buenos Aires sin trabajo. Y me vine, persiguiendo mis sueños. Volví para estudiar teatro y a trabajar para seguir manteniendo a mi familia y no me fui nunca más”. Rememoró el actor.

Su mamá Fernanda - “un ejemplo de fuerza, tenacidad y firmeza”, destaca- y sus incondicionales hermanas Lina, Irma, Graciela y Mariné quedaron en Paraguay con la promesa que antes del año las traería a Buenos Aires y estaría la familia unida nuevamente y así lo hizo. Les prometió que el lazo no se cortaría nunca y así fue. Siempre fue su protector, por el resto de sus días.

Recordando su llegada a Buenos Aires, aseguró: “Llegué, y empecé de cero, hice un curso relámpago de dactilógrafo y conseguí un trabajo de eso mientras estudiaba actuación. Ahí comenzó la dura tarea de ir a tocar puertas y que me echaran de los canales. Fueron años de mucha búsqueda, muy frustrantes, sólo encontraba bolos, pero quería vivir de mi profesión. Dejé todo porque quería buscar trabajo de actor todos los días. Y así fue. Fue duro nuevamente, otra vez en bancarrota con mi familia, yo seguía siendo el que aportaba. Ya no podía pagar el departamento que teníamos en Capital Federal y nos fuimos a vivir a una casita en Quilmes que no tenía ni asfalto. Hasta que surgió el milagro que buscaba hacía cuatro años."

Su gran orgullo es su tenacidad ante la adversidad y no haber bajado los brazos, pese a que muchas veces llego a las lágrimas por la impotencia de no encontrar la posibilidad que buscaba, por más que intentaba hasta lo imposible: “Jamás me di por vencido, aunque se me caían las lágrimas al sentir que la oportunidad nunca llegaba. Me recuerdo caminando por la calle llorando por no encontrar el camino. Yo sabía y, siempre tuve claro, lo que quería, pero no encontraba la posibilidad y la forma de lograr mis metas. La suerte se encuentra si uno la busca. Yo no me quedaba quieto. Y ahí apareció Daniel Tinayre y Mirtha Legrand, la obra 40 quilates y me convertí en un actor profesional.”

Luego de años de espera, el milagro surgió y, el actor, así lo cuenta: “Estaba en una salita de la Asociación de Escribanos Públicos haciendo una obra. Le comentaron a Tinayre, que buscaba un actor. A él no le convencía ninguno y se vino hasta el teatro, yo era lo que buscaba. Ahí comenzó todo. Alejandro Romay, que también era el productor de la obra, me ofreció hacer tres telenovelas cortas de verano en Canal 9 como galán. Casi inmediatamente, Migré me ofreció hacer un personaje importante en Rolando Rivas, taxista y causó tanto impacto que al año siguiente me puso a protagonizar Pobre diabla, con Soledad Silveyra. Y a partir de ahí no paré."

Fue el pilar fundamental de las principales telenovelas argentinas: El amor tiene cara de mujer, Rolando Rivas taxista, Pobre diabla, Piel naranja, Soy gitano, Amo y señor, El Infiel y Amándote, entre muchísimas otras… Pese a esto, el éxito nunca se le subió a la cabeza, ni en los 40, 50 o hasta 60 puntos de rating que llegó a hacer.

Arnaldo André debutó como director de cine con “Lectura según Justino”, su película autobiográfica que narra parte de su adolescencia en el pueblo San Bernardino donde nació. El Film recorrió varios festivales y fue muy bien recibido por la crítica. Su carrera como director cinematográfico seguirá con ‘’Los Deudos”, una trama que trata de ‘” soltar’” a nuestros muertos. Escribió un libro autobiográfico “Por lo que usted y yo sabemos” (Editorial Planeta) y además de contar su historia, relata su forma de haber vivido la vida, intentando, no mirar para atrás, y siempre mirar hacia adelante: “Siempre que estaba haciendo algún trabajo quería hacer otro, algo superador, que me dé la posibilidad de mostrarme ante el público en otra faceta, etcétera, etcétera, etcétera. Fui así desde los 17 años. Pensaba ‘esto está bien, pero, ¿qué viene, ¿qué viene?’. Aquellos que leyeron mi libro se van a dar cuenta que mis comienzos fueron difíciles, no he tenido ‘padrinos’ en el medio que me digan ‘andá allá o acá que te van a ayudar’. Yo solo abrí la puerta de lo que hoy es mi profesión. Creo mucho en que los logros se consiguen con esfuerzo. A esta altura de mi vida aprendí a disfrutar el hoy, el presente.  Disfruto y agradezco a Dios estar viviendo este momento.” Aseguró el astro indiscutido de las telenovelas argentinas.

Hablando de su actualidad el actor, continuo: “A los 80 años estoy disfrutando de la vida, teniendo mucha paz, cosa que sí he venido trabajando con los años. Existen los problemas, todos los seres humanos los tenemos, pero hay que tratar de irse a la cama pensando que mañana será otro día y que no me quite el sueño esa preocupación. Empecé a hacer eso y en general trato de minimizar todas las cosas negativas, los obstáculos y pensar ‘no importa, esto ya se va a arreglar’. Es un trabajo que he hecho con los años. Si tuviera que dar un consejo no lo podría hacer, pero yo lo sentí así y pude cambiarlo. Lo que sí puedo decir es que el estado espiritual de paz es el ideal. El acostarse y levantarse con proyectos, para mi es fundamental. Tener un objetivo en la vida, aunque sea cotidiano y muy pequeño. No dejarse estar. Yo me cuido, me cocino, voy al gimnasio… y a la noche leo o veo series, no pienso en los problemas.” Concluyó.

Hoy, a los 80 años, más activo que nunca, vive su vida a pleno. Está a punto de recorrer el país, en Gira Nacional, junto a Luisa Albinoni con “Amor en las redes”, una comedia que habla de dos personas que no se conocen, están solas, las familias no le prestan atención, se meten en las redes sociales y recién los últimos 15 minutos de la obra se encuentran. Divertidísima y totalmente actual. Además, tiene para este año un proyecto para plataformas junto a Miriam Lanzoni y está preparándose para dirigir su segunda película “Los Deudos” y estrenarla en los cines.